El emplazamiento de producto va indistintamente asociado a las producciones audiovisuales. Películas, series, vídeos musicales y hasta videojuegos. Consiste en la inserción de marcas, mensajes o productos dentro de la historia que se está contando y como principal ventaja frente a los spots tradicionales tenemos la imposibilidad de que el consumidor “desconecte” del anuncio. Si estás valorando esta técnica, puede ser interesante contar con una agencia que domine todos los aspectos de la producción audiovisual profesional, desde la estrategia hasta la ejecución del contenido.
Del mismo modo que a muchos de los telespectadores les puede dar pereza quedarse en el sofá mientras entra el bloque publicitario; y aprovechan para hacer otras cosas; si durante su serie favorita el personaje aparece tomándose una Pepsi no van a poder hacer nada y habrán recibido el mensaje sin pretenderlo. Del mismo modo, la principal desventaja –además de las restricciones legales- es que la elaboración del mensaje está supeditada a la narrativa de la pieza audiovisual, no es tan moldeable.
Además, conviene comprender cómo encajan estos formatos dentro de la percepción del espectador. El artículo ¿Conoces el product placement y los momentos internos? destaca la evolución del tratamiento publicitario en televisión y cómo determinadas técnicas pueden pasar desapercibidas o resultar forzadas dependiendo de su integración narrativa.
Como comentábamos un poco más arriba, la legislación española no ha creído oportuno tolerar indiscriminadamente el product placement, así que ha incluido su regulación. En España, el público debe de ser informado claramente de que el programa incluye este tipo de publicidad. Tampoco se puede incitar directamente a la compra ni ensalzar la marca.